Patios andaluces en Málaga

Ya que los patios andaluces en Málaga, como los que hay en el resto de España, provienen de la herencia musulmana… ¿por qué no ir directamente a la fuente? Y eso, en esta preciosa ciudad, significa visitar la Alcazaba, probablemente el monumento más representativo de toda la provincia, edificado en el siglo XI y reformado en varias ocasiones durante el siglo XX.

Esta fortaleza militar alberga, además de restos arqueológicos de primer nivel, numerosos jardines y patios en los que está representada la variedad vegetal de la zona, desde almendros e higueras hasta buganvillas, madreselvas y hiedra. Un lugar perfecto para pasar una tarde serena, rodeado por mil años de historia. Un plan perfecto para hacer gratis en Málaga, ¿no te parece?

Ahora, como de costumbre, vamos a hacer un poco de trampa. Y no, al mismo tiempo. Nos explicamos. Lo que os vamos a presentar ahora no es un lugar, sino muchos, ya que se trata de la Semana Popular de los Corralones de La Trinidad y El Perchel: un festival, muy parecido al de los Patios de Córdoba, en el que estos dos barrios del centro de Málaga abren al público las puertas de sus viviendas tradicionales para exponer lo más florido del arte popular andaluz.

Viejas casonas y bloques de viviendas con solera son las protagonistas de una ruta que tiene lugar todos los años al llegar el mes de junio. La razón ideal para organizar un viajecito a la Costa del Sol.

Aquí encontramos otro de los mejores patios andaluces en Málaga. Ese pequeño edificio que se encuentra en el número 7 de la Plaza de la Constitución, junto al Ateneo de Málaga, es posible que no sea uno de los más famosos del centro, aunque acoge a la segunda institución más antigua de la ciudad, después del propio Ayuntamiento. Nos referimos a la Sociedad Económica de Amigos del País, fundada a finales en el siglo XVIII por Carlos IV y llegada a Málaga muy poco después.

Además de ser una excelente sala de exposiciones y acoger numerosas charlas, en su interior hay un coqueto patio andaluz con fuente que recuerda, a ratos, a un pequeño claustro religioso, lleno de plantas aromáticas. Si tenéis la ocasión de visitarlo, ¡no la desaprovechéis!

Otro de esos sitios que no demasiada gente conoce en Málaga, pero del que todos se acaban enamorando después de la primera vez, es la Casa de Vinos La Odisea, que se encuentra ubicada en un edificio del siglo XVIII en el número 2 de la Calle Subida de la Coracha, muy cerca del Túnel de la Alcazaba.

Esta peculiar tienda de vinos, donde también se pueden degustar algunos de los caldos más típicos de la tierra, sobre todo las variedades elaboradas con uva Pedro Ximénez, posee en su interior un precioso patio andaluz con fuente, totalmente rehabilitado y lleno de vegetación, donde echar horas y horas siempre en buena compañía. Como ves, es un bar romántico de Málaga que es perfecto para visitar con tu pareja.

¿Qué hay en el número 62 de la Calle Granada? Lo sabéis vosotros, lo sabemos nosotros, lo sabe todo el mundo. Si se habla de Málaga, la Bodega Bar El Pimpi tiene que aparecer sí o sí. ¿También en un artículo que habla de patios andaluces? También, porque, en realidad, todo el recinto que ocupa el local es, a su manera, un gran patio andaluz.

Hay en el interior de El Pimpi pequeños rincones, como la fuente que recibe a los clientes, en los que uno se siente súbitamente transportado a mediados del siglo XIX, cuando los patios eran el lugar donde transcurría la vida cotidiana de los andaluces. Si os acercáis por allí, comprenderéis de qué hablamos.

Terminamos con otro patio que no te puedes perder si estás por Málaga. Seguro que conoces la Catedral de la Encarnación, pues justo frente a ella, en la Plaza del Obispo, se encuentra el imponente Palacio Episcopal: un edificio barroco del siglo XVIII que forma parte del Patrimonio Histórico Andaluz y que, en la actualidad, acoge numerosas exposiciones de arte y diferentes congresos. Además, es la sede del Museo Diocesano de Arte Sacro de Málaga.

En la planta baja hay un amplio patio con fuente central, rehabilitado durante la década de los años 40 del siglo XX por Guerrero-Strachan y Atienza. La acústica de este lugar es sencillamente inigualable.