Patios andaluces en Córdoba

Puede a menudo no se piense en él de esta manera, pero hay que reconocer que, cuando se trata de patios andaluces en Córdoba, el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral debería obtener el primer puesto honorífico. Este enorme recinto de época musulmana, reformado sucesivamente durante la dominación de los reyes cristianos, contiene no sólo naranjos, sino también cipreses e incluso palmeras.

Los árboles están distribuidos en hileras desde el siglo XVIII, formando el que se considera uno de los jardines vivos más antiguos de Europa. Además, hay espacio para la leyenda, ya que bajo los frutales se halla una bóveda que podría contener el mítico aljibe de Almanzor.

Si toca hablar de lo que tenemos que hablar, no queda más remedio que visitar el número 2 de la Plaza de Don Gome, lugar donde se encuentra el archiconocido Palacio de Viana. Este recinto alberga nada menos que 12 patios cordobeses de primer nivel, que en su conjunto abarcan cinco siglos de historia de la ciudad.

El Patio de las Columnas, el Patio de los Gatos, el Patio de las Rejas… cada pequeño rincón de este imponente palacio es una puerta que conecta pasado con presente, y deja abierto un espacio para la imaginación y el deleite de los sentidos. La tarifa por visitar los patios es de sólo 6 euros.

Una pequeña gran maravilla se esconde en los entresijos de la Calle Frailes, número 6, desde donde hace 400 años se encuentra el precioso Patio Vesubio; o, como lo conocen en Córdoba, el Patio Azul. Está situado nada menos que en la antigua ruta mozárabe de peregrinación a Santiago, y llama la atención, además de por el particular color de sus paredes, por su pavimento de losas de barro.

Conserva todavía uno de los muros de mampostería del edificio originario, así como una fuente y un banco de barro. También son característicos sus elementos de decoración reciclados, así como sus macetas, también pintadas de azul. Un plan ideal para hacer en Córdoba con pareja y disfrutar de una velada increíble, ¿no te parece?

Siguiendo la ruta de patios de Santa María-San Agustín, nos encontramos con el coqueto Patio Ocaña, situado en el número 19 de la calle homónima. ¿Qué es lo que destaca de este rinconcito cordobés? Pues, en primer lugar, el hecho de que fue merecedor en el año 1999 del premio a la Ornamentación Natural, lo que podréis notar desde el minuto uno, ya que pensaréis que, de repente, os habéis metido en mitad de la selva.

También llaman la atención sus arcos asimétricos y sus columnas de ladrillo árabe, además de ciertos elementos con una leve pero deliciosa resonancia a estilos orientales. Se trata de un patio cervantino cuya construcción se estima alrededor del siglo XVII.

Hay que atravesar una cancela de hierro forjado, un zaguán y una fachada barroca para adentrarnos en los secretos del Patio Martín de Roa 7, perteneciente a una cada de vecinos del siglo XVII, que en el concurso oficial de los Patios de Córdoba compite en la categoría de arquitectura antigua.

Su galería de madera, sus techos a distinta altura y, sobre todo, su magnífico lavadero tradicional con tejas son sus elementos más característicos, que relucen especialmente tras su última restauración. Está pavimentado al estilo típico cordobés, con chinos pequeños que forman un patrón irregular.

Terminamos nuestro tour por los mejores patios andaluces en Córdoba en un pequeño portal de la judería. Hemos de recorrer un largo y estrecho pasillo para llegar al precioso Patio Martínez Rücker 1, que data del siglo XV y cuenta con un magnífico ejemplo de pozo árabe, así como varias puertas de madera con elementos de forja.

Su ornamento vegetal sigue los cánones más estrictos del estilo cordobés, al igual que su pavimento. Como curiosidad, cabe apuntar que en esta casa murió el famoso polímata Pablo de Céspedes en el año 1608.